martes, 6 de septiembre de 2016

capitulo 2

Ahora si, el día en el que todo iba a cambiar para siempre en mi vida. Empezó como todo otro jueves, yo tenia clase hasta las 4 de la tarde y salia a las 8 de la noche, transcurrió normal todo, por la noche mis amigos querian salir pero yo no traía ganas, había una fiesta y todo comenzaba a 5 puertas de nuestra casa, así que al final me convencieron, debo decir que ceder esa vez fue lo mejor que pude haber hecho en toda mi vida. Estuvimos en ese lugar hasta las 2 am pasadas, de ahí nos trasladamos caminando en grupo a un antro en el cual nunca habíamos estado que estaba a unas cuantas calles del lugar. Llegamos y comenzamos a bailar, no había mucha gente pero si muy buena música. Todo iba transcurriendo tranquilo, de repente voltee y ahí estaba, mi amiga bailando con alguien que lo hacia extremadamente bien, y yo, como buena amiga que soy, tenia que bailar con el esos pasos de salsa. Así que una cosa llevó a la otra, hable con mi amiga, se alejó de él, después me invitó a bailar y ahí comenzó todo. En ese momento, hace exactamente 558 días, bailé por primera vez contigo. Trancurrio la noche, nos movimos a otro lugar, pero en el camino el grupo se separó, tu no llegaste al mismo lugar que yo. Empece a bailar con mis amigos, pero después de un rato sentí que alguien me agarraba del brazo, voltee y eras tu, me habías estado buscando, seguimos bailando, hasta que poco a poco mis amigos se fueron desapareciendo, después las personas, hasta que nos avisaron que ya iban a cerrar dejamos de bailar. Me acompañaste a mi casa, entramos un rato. No quería que esa noche acabara, así que del cansancio te pedí que te quedaras, aceptaste y nos fuimos a dormir. Apenas tocamos la cama y ambos caímos en un profundo sueño. Desperté desconcertada por unos segundos cuando vi que había un brazo alrededor de mi, lentamente me voltee y te vi. Era la primera vez que te veía de día y sin estar bajo los efector de ningún licor. Te veías tan pacifico dormido, examine tu rostro completamente, la forma de tu nariz, de tus labios, de tus orejas...todo lo que veía me iba gustando, así que me voltee y seguí durmiendo. Unos minutos después unas palabras muy suaves me decían "oye, ya me tengo que ir, tengo clase en una hora", volteé y los vi, como no los había notado antes, esos ojos tan azules como el agua clara del mar, me perdí en ellos mientras me veían, no quería dejar de verlos nunca. Eran tan pacíficos, tan relajantes, poco sabia en ese momento que iba ansiar tanto ver esos ojos azules todos los días, tanto que aun 402 días después de la ultima vez que los vi en persona aun iba a estar deseando verlos de cerca. 

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