viernes, 18 de febrero de 2011

Solo pideselo y cumple lo prometido.



Se encontraba ahí, preguntandose como esa hermosa y tranquila playa con la dulce brisa, suave arena y olas encantadas que tomaban su tiempo en llegar, en nacer, en formarse y morir con un tierno beso a la orilla del mar sellando su amor con la resplanceciente y blanca espuma; el sol que le tocaba suavemente la piel, la acariciaba con cada rayo que este espedia, como si estuviera formando una danza, una danza majestuosa en su piel. Se preguntaba, ¿cómo este lugar tan relajante y pacífico se transformó tan repentinamente?; la suave brisa fue aumentando de intensidad, ya no acarisiaba su rostro, ahora sentía como si miles de agujas invadieran su piel, la suave y tersa arena se fue convirtiendo en simple tierra, tierra aspera y dolorosa al tacto; la danza que tenía el sol en su piel comenzo a quemarle, dolía cada rayo que a su piel tocaba. El mar estaba picado, las olas ya no tomaban su tiempo en vivir, ahora eran una tras otra y tras otra, sin parar; los besos a la orilla del mar se convirtieron en golpes, uno tras otro. No sabía porque todo lo bello se estaba desfigurando a ciertamente algo espantoso y tenebroso. No tenía a donde escapar intentó correr a buscar refugio, pero pronto de dio cuenta de que la playa ya no era playa, ahora era una isla, la cual iba reduciendo su tamaño cada vez más, no tenía a donde escapar, lo que antes le fue placentero, ahora le causaba dolor. La isla se estaba hundiendo, poco a poco veía como cada vez había menos tierra, por acción del viento no se mantenia en pie. ¿Que haces en un momento así?, en un momento o situación en la que crees que no hay salida?, en el que sabes que tu fin esta cerca. ¿Te hubiera gustado decirle a tus seres queridos que los amabas?¿Hubieras querido ver por ultima vez a algun amigo o a alguien especial? Sin lugar a duda hubieras cambiado ciertas cosas, pero ya no hay vuelta atras, así que hizo lo único que podía hacer ahora, orar. Ahí hincada, a punto de morir ahogada, quemada o golpeada alzó sus manos al cielo. No para preguntarle porque, si no para agradecerle por haberle permitido vivir, pidio por sus amigos y familiares. El agua ya cubría la mitad de su cuerpo, formulo una ultima pregunta, -Señor, me premitirias vivir nuevamente si te prometiera que esta vez todo lo hare mejor?-. En eso el agua la cubrió, veia como la luz se apagaba lentamente. No sintio nada, ni paz, ni nada. Por unos segundos sintio como un beso que comenzaba en sus pies subía por todo su cuerpo, al momento de llegar a su rostro, despertó. Se encontraba en la playa nuevamente, dormida a la orilla del mar. No lo podía creer. Todo era nuevamente hermoso y pacífico. Vio una botella con una nota dentro de ella, la tomó y al leer la nota lagrimas comenzáron a caer de su rostro, lagrimas de felicidad, no eran mas de cinco palabras, pero harían llorar a cualquiera en esa situación. "Cumple lo que me prometiste", era lo escrito en la nota.

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